miércoles, 16 de diciembre de 2009

Hay días en los que me siento un poquito.... choff. Y en esos días quizá para levantarme el ánimo, regresa a mi mi pasión venatoria. Aqui os dejo uno de los "Ripios" de Pedro Muñoz Seca en su "Venganza de Don Mendo" que me gusta especialmente y que tanto me recuerda a mi padre....



Ha de antiguo la costumbre
de mi padre el Barón de Mies              

de descender de su cumbre
 y cazar aves con lumbre,
ya sabéis vos como es.

En la noche más cerrada,
se toma un farol de hierro
que tenga la luz tapada,
se coge una vieja espada
y una esquila o un cencerro.

A fin de que al avanzar
el cazador importuno
las aves oigan sonar la esquila
y puedan pensar que es un animal vacuno.

Y en medio de la penumbra,
cuando al cabo se columbra
que está cerca el verderol,
se alumbra. Se le deslumbra 
con la lumbre del farol.

Queda el ave temblorosa, cautelosa, recelosa
y entonces, sin embarazo,
se le atiza un estacazo,
se le mata y a otra cosa.

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